El fondo y las sombras
Una de las estrategias para ocultar el mensaje progresista en la presente campaña electoral es emitir mensajes paralelos que tratan temas importantes pero no fundamentales, de manera tal que se distrae a la ciudadanía y se aíslan candidatos y mensajes supuestamente pesados con el objetivo de hacerlos pasar por ridículos. Estos mensajes paralelos propician "debates sombra", es decir, que les hacen sombra a los debates fundamentales.
Un ejemplo de debate sombra es la última discusión sobre el tema del consumo de drogas y la conducta personal de cada candidato al respecto. Indudablemnte un tema importante, sobre todo cuando crece el consumo de drogas en nuestro país. Sin embargo, el debate se plantea ¡oh sorpresa! desligado de la discusión sobre el combate al narcotráfico y los temas de fondo conexos de dependencia y modelo económico que este implica. De esta manera, termina siendo un problema de conducta individual que se remite a un examen toxicológico para conocer al ganador.
"El tema sigue la tónica entreguista del alanismo."
Pero, ¿cuál es el tema fundamental de estos días? Sin lugar a dudas la ofensiva privatizadora de Alan García y su ministro de Economía Ismael Benavides para terminar de vender o concesionar todo lo que no han podido en los cuatro años anteriores. Esta ofensiva se expresa en el remate de las empresas azucareras, el puerto del Callao y los 33 proyectos de inversión consignados en dos recientes decretos de urgencia. Ella busca hacer irreversible el modelo desnacionalizador en marcha e impedir cualquier cambio posterior. Como suele suceder en estos casos de apuro inusitado, el asunto huele tan mal que la propia Defensoría del Pueblo y hasta el diario decano se han puesto al remate. Esto ha llevado a que la propia agencia encargada, Proinversión, diga que solo seis proyectos son viables de concesionar este año y el presidente García retroceda señalando que va a consultar con sus ministros. El tema no es nuevo, sigue la tónica entreguista que el analismo le ha dado a este gobierno y que pretende culminar cargándose al país.
Al respecto, vale la pena ver cómo se han alineado los candidatos. Keiko, Castañeda y PPK, a favor o en silencio. Toledo corriendo tras Ollanta -el único que denuncia el asunto- cuando se dio cuenta de que el tema llamaba la atención. Mañana un conjunto de organizaciones sociales han convocado a una jornada de protesta que podría poner el tema en la agenda electoral para que esta campaña salga de las sombras y empiece a tocar los problemas de fondo para el Perú.
Publicado originalmente en La República.