Quieren nuestros cuerpos
Los ataques a la libertad de las personas ocurridos desde diversas instancias de poder estatal en los últioms días, en especial a la libertad de la mujer para decidir sobre su propio cuerpo, son son asuntos aislados.
Ellos responden a una marea reaccionaria a la cual le es insuficiente terminar con los derechos sociales y restringir los derechos políticos de los ciudadanos, ahora deben limitar su libertad personal para poder afirmar su dominación . La grita extremista en contra del aborto, cuando lo único que se plantea por parte de una comisión especializada es ampliar las causales de la despenalización en situaciones atroces como la grave malformación del feto y la violación y la patética sentencia del TC buscando impedir el acceso de los mas pobres a la píldora del día siguiente, situaciones ambas que no resisten el mínimo análisis científico ni ético, no hacen sino ocultar propósitos subalternos.
Aquí el tema no es la creencia religiosa, muy respetable como tal , sino el uso de la misma para afianzar el poder politico de una minóría que ve, con el 2011 en ciernes, amenazados sus privilegios. Despues de las matanzas de Bagua, donde se afirma la tendencia a criminalizar la protesta social, viene la continuación de la agresión neoliberal contra millones de peruanos en el proyecto de presupuestos de 2010, que recentraliza el uso de los fondos públicos quitándoles a los gobiernos regionales y locales el dinero necesario para gobernar. Sigue, imperceptiblemente la elevación del número de firmas necesario para inscribir a un nuevo partído político, del 1 al 3% del padrón electoral (casi medio millón de firmas, igual que el requisito fujimorista), para garantizar que nadie más entre al juego.
Pero no contentos con ello, necesitan el control de nuestros cuerpos.
Quieren reprimir con la ley el deseo sexual de mujeres y hombres. No solo reprimen por hambre y con balas sino que les aterra el orgasmo y quieren terminar con él. Definitamvnete las fuentes de vida, el placer erótico entre ellas, no están en sus planes. No es curioso que los mismos que están a favor del capitalismo salvaje y en contra de la protesta social sean tambien los que se oponen a la despenalización del aborto y al libre uso de la píldora del día siguiente. Ojalá tuvieran, por los menos, igual preocupación por la vida humana tanto dentro como fuera del útero materno.