Los maestros y Fujimori
Ahora que para buena parte de la prensa peruana es el tiempo de las mentiras, es importante recordar la relación del fujimorismo con los maestros. El profesor Sigfredo Chiroque en las ediciones del 11/4/10 y del 15/5/11 de su blog "Educación Esperanza" nos regala sendos artículos titulados "Remuneraciones del docente peruano" y "El grupo Fujimori y los maestros peruanos". En ellos nos muestra, además de los varios intentos de privatización el magisterio en la década nefasta de la dictadura de los Fujimori.
El profesor Chiroque señala que la devalución del sueldo magisterial en la década de 1990 ha sido la devaluación más importante que ha sufrido el salario magisterial en los últimos 46 años, si tomamos como punto de partida el año 1965, que es el año en el que el sueldo de los maestros alcanzó su punto más alto. Chiroque señala que el sueldo de los maestros se devaluó, entre 1990 y el 2000, la cifra de 52,9%, lo que resultó tremendo porque ya se venía de un quinquenio trágico, el primer gobierno de Alan García entre 1985 y 1990, en el que los sueldos, por la hiperinflación causada por la desastrosa política aprista, ya se habían reducido. Sin embargo, a pesar de la hiperinflación, el deterioro del sueldo magisterial durante este quinquenio, comparando 1985 con 1990, solo fue de 15.8%. En otras palabras y en contra de lo que dice la derecha, de ambos males, hiperinflación y ajuste económico, peor resultó el ajuste que la inflación para los maestros.
"Los maestros resistieron a la política de exterminio"
Como señala Chiroque, merece también atención la resistencia de los maestros a esta política de exterminio del fujimorato. En la década de 1990 el Sutep realizó una huelga y 28 paros nacionales. De los paros, los más importantes fueron los acaecidos en la segunda mitad de la década, especialmente en los ocurridos entre 1998 y el 2000, seis en total, porque concentraron un promedio de acatamiento superario al 75% del magisterio. Es importante señalar que en este último caso los paros tuvieron un tinte más político, articulados ya al movimiento anditictatorial en auge en esos momentos, el mismo que desembocaría en la marcha de los cuatro suyos y en la caída del dictador.
Como vemos, la familia Fujimori no tuvo piedad con los maestros. Es hora de que todos y cada uno de los docentes del Perú recuerden y hagan recordar de los latrocinios que fueron y que podrían volver a suceder.
Publicado inicialmente en La República