Ollanta y Chávez

Tuesday, March 1, 2011

Uno de los motivos con los que la derecha peruana intenta desprestigar a Ollanta Humala es la relación que este tendría con Hugo Chávez. Ha sido inútil que Humala explique la posición soberana del nacionalimso frente a cualquier injerencia extranjera. La derecha solo se quiere escuchar a si misma y repite una y otra vez el sambenito de "chavista" para este candidato.

¿Qué es lo que le molesta a la derecha? El carácter nacional y popular del movimiento que lidera Humala. Su reclamo de afirmación de la nación y transformación del Estado, en una época en que la derecha en el poder, más allá de breves interregnos o algunos matices, con los nombres de Fujimori, Toledo o García, ha humillado repetidamente al Perú frente a poderes extranjeros y ha repartido las ganancias oligopólicas de estos años de la misma manera oprobiosa como los consignatarios repartieron las del guano y el salitre, haciendo efímera la bonanza económica.

Sin embargo, este movimiento nacional y popular forma parte de una tendencia mayor en el continente, el denominado giro progresista de izquierda que ha llevado al triunfo, por la vía de las urnas, a una docena de partidos o coaliciones en la región. Esta es la tendencia política dominante en A.Latina en los últimos 15 años, la tendencia que derrotó al neoliberalismo de las décadas de 1980 y 1990 y presagia un futuro distinto para nosotros. Un punto especial, además, el cual enfatiza Humala, es que este nuevo progresismo latinoamericano, en especial en la visión de líderes como Lula, puede ser capaz de llevar a la región a ocupar un lugar propio en el mundo multipopular. Una perspectiva estratégica ciertamente distinta a la integración dependiente que promueve el neoliberalismo.

De esta tendencia forma parte el gobierno de Hugo Chávez, de origen democrático pero que una vez en el poder ha procesado un giro autoritario basado en el clientelismo político, el dinero del petroleo y las FFAA. No es casualidad que hoy en día la mayor parte de la izquierda venezolana se oponga al mismo y milite en las filas de la oposición. Pero así como sería absurdo achacarle a la derecha peruana los muertos de Bush en Irak o los desaparecidos de Videla y Pinochet, por la sola simpatía de todos estos con el modelo neoliberal; de igual manera carece de sentido homologar a Chávez con cualquier nacionalismo progresista o izquierdismo en América de hoy.

No nos confundamos entonces. Cuando la derecha criolla grita chavista, en realidad está diciendo nacionalista y/o izquierdista, porque le aterra un Perú justo e independiente de poderes extranjeros.

Publicado originalmente en La República